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Nigella damascena

Esta es una curiosa flor del jardín que no se ve muy a menudo, pero que a mi me gusta mucho.

Nigella damascena
Tiene un aspecto delicado y es muy suave al tacto pero es muy rústica y fácil de cultivar y apenas necesita riegos. Da diversos colores, sobre todo tonos de azul y blanco y a veces de rosado y da muy buen resultado en macizos, que se ven  floridos durante mucho tiempo. Mide unos 50 cm de altura y se reproduce sola de un año para otro y se va diseminando por donde quiere, aunque nunca es molesta pues es bonita y también fácil de arrancar donde no guste.


 Su nombre recuerda a los jardines de  Damasco y  aunque en castellano no tiene equivalente, los ingleses la llaman Persian Jewels o sea Joyas de Persia. Cuando las flores se secan se convierten en  frutillos que parecen sonajeros y quedan en la mata mucho tiempo. Se les puede coger y cuando están secos, romperlos para guardar las semillitas. Tambien es una bonita flor para un jarroncillo dentro de casa.


Suelo tener semillas para regalar si alguien quiere.