Tenemos un puñado de gallinas en el gallinero. Cuando se hacen viejas van dejando de poner y cada año suelo traer algunas jóvenes. Es muy interesante la llegada de las novatas y todo lo que representa para la vida social del gallinero. Curiosamente se parece mucho a la vida social de las personas: Nada más llegar, las nuevas permanecen siempre juntas y se apartan temerosas en algún rincón. Aunque el gallinero es grande e incluso tienen salida al exterior, durante varias semanas....
no se juntan con las veteranas. Estas, no les molestan diréctamente mientras permanezcan en su "guetto", pero no les dejan acercarse a donde están comiendo o a donde duermen. Continuamente cantan más y parece que estén repitiendo algo como " este sitio es nuestro, eh?", y si se acercan demasiado incluso les pican. Conforme pasan un par de semanas, las jóvenes, que son más ágiles , se vuelven más osadas y se infiltran en las filas de las veteranas escapando siempre a tiempo de los picotazos, y finalmente, más o menos al mes de la llegada, ya se integran todas y forman un sólo colectivo.( No se muy bien que es lo que marca la diferencia entre unas y otras pero me da la impresión de que debe ser el olor de las recién llegadas lo que las hace distintas.)
Este funcionamiento se parece mucho a la llegada de emigrantes a un país o a la llegada de "forasteros" a un pequeño pueblo o barrio. Debe ser el miedo al diferente, a que nos quiten "lo nuestro", nuestra comida, nuestro trabajo...
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