sólo se conoce con el corazón"
" Lo esencial es invisible para los ojos
( de Le petit Prince )
El Jardín no es sólo para la vista, no es sólo el color de las flores, el contraste de los árboles, las piedras, los caminos y todo lo que se ve con los ojos.
Es también el sonido del viento o de los pájaros o de las hojas del chopo temblando con la más mínima brisa, o del agua que corre o el sonido del
" Me acerco al estanque.
Chof. La rana salta al agua. "
que dice un viejo Haiku en 17 sílabas. Es la lluvia tamborileando sobre el tejadillo y el canto del grillo y el vuelo de un mosquito, el chíar de la golondrina que caza los mosquitos y ese chirrido que hacen las alas de la golondrina al acercarse a toda velocidad y el ruido casi imperceptible, como de rayos X, que emiten en la oscuridad los murciélagos.
También es Jardín el aroma de la lavanda, el olor a tierra húmeda y el de la planta del tomate durante la recogida, y el de la albahaca que rozas al coger los tomates y que te sorprende porque ya olvidaste que la habías plantado. El olor del rocío las mañanas frescas, del boj, del rosal que está ahí quieto y al pasar a su lado te envía su nota sutil. Huele la hiedra también y el gallinero, el compost hecho mantillo, el apio al que rozas para coger una cebolla, y el romero.
Y la luz. El día del sol despiadado, las brumas de la mañana, la sombra de cada árbol, espesa de las cipreses, suave de los castaños de indias, móvil de la copa del chopo. El rincón sombrío donde el gato se refugia en verano, la luz del atardecer rojizo, el cielo azulísimo donde viajan nubes de blanquísimo algodón, el arco iris, el primer rayo de sol que hoy aparece por aquella loma a las 7,30 y dentro de un mes por otro sitio a otra hora y con otra intensidad, el jardín entero brillando por la lluvia después de una tormenta, y esas gotitas que quedan colgando,como "Swaroskys" de las ramas y de las hojas , y el mantito blanco de la nieve que da esa sensación de limpieza total.
Incluso el silencio forma parte de la sinfonía. El silencio es el fondo de toda la música, el que marca los tempos. Hay silencio de tarde calurosa de verano y silencio de noche y silencio inmenso de la gran nevada y ese otro silencio del frío por debajo de los 10 bajo cero.
El atardecer al final del verano |
Doble arco iris después de la tormenta |
Brumas de la mañana desde casa |
El silencio de la gran nevada |
El silencio es a veces tan hermoso y profundo que casi puedes escuchar algo así como el zumbido que producen tus propias neuronas intentando escuchar. En ese instante el afuera deja de ser importante pues descubres que hay otro mundo igual de inmenso, otro jardín en el interior.