Cerastium tomentosum. La pureza del blanco |
Aquí presento esta planta en plena floración, que va alegrando varios rincones del jardín .

Queda muy bien en una jardinera algo elevada para que pueda lucirse colgando por los lados.
Es blanca la flor y grisacea la hoja, y como todas las plantas grisaceas soporta muchísimo sol y apenas requiere agua.
El invierno, al menos en este clima de montaña, pierde todo su encanto, pero apenas llega la primavera rebrota con increible energía y parece que ilumina con su blancura total.
Es fácil de reproducir arrancando un trocito con algo de raiz y plantandolo en un suelo seco. Crece poco a poco y necesita paciencia.