Releyendo al gran Fufuoka

    Releyendo  " La revolución de una brizna de paja " , que no había cogido desde hace bastantes años,  me ha resultado ahora  tan actual como entonces. Me gusta la  sencillez con que se expresa , la paz que hay en sus palabras . Un técnico puede saber muchas cosas de su especialidad,  pero sólo un Maestro sabe expresarlo de forma tan sencilla que pueda ser entendido por todos y te llegue de verdad y sabes de algún modo que es así

     Masanobu Fukuoka dejó esta vida hace unos pocos años, cuando andaba ya cerca de los  100 . Era pionero en el cultivo natural, lo más natural posible, sin ponerle nombres pomposos a su método y sin pretender reconocimiento y fama, sino  movido sólo por una sintonía y  una comprensión interna de la naturaleza, a la que admiraba y amaba  por su belleza y perfección.

    Su vida y sus métodos pueden verse en Wikipedia. No le conocí personalmente, pero quiero compartir aquí algunas de las cosas que más me han llegado de sus palabras.


     Ante todo su sinceridad y su humildad. Deseaba poco para sí  mismo , la sencilla comida, a ser posible de su propia finca, donde cultivaba sobre todo cereales y mandarinos. Disponía en ella de unas pequeñas cabañas donde gente de todas partes venía a pasar temporadas para conocer " su método", a pesar de que allí tenían que irse a buscar el agua a la fuente, (  recuerdo que Le Petit Prince encontró alguien que había fabricado unas pastillas que sustituían al agua de bebida para así ahorrar tiempo. El principito exclamó: Si yo tuviera tiempo libre iría caminando  tranquilamente hasta la fuente para beber allí agua ),  tenían que trabajar duro en ocasiones, comer comida  supersimple que obtenían de la propia finca y carecíendo de las comodidades del mundo moderno. ¿Qué les movería a vivir esa experiencia?  ¿Tan sólo aprender un método de cultivo? o habría algo más que podían aprender del viejo maestro.

     Me han gustado unos párrafos donde explica cómo él veía a los agricultores  de los alrededores experimentando para cultivar mejor  y preguntándose:  ¿ Qué sucederá si hago esto o aquello en el cultivo ?  y él en cambio se preguntaba: ¿que sucederá si "no hago" esto,  si no paso el arado,  si no podo los frutales....?  El confiaba en la profunda sabiduría de la naturaleza e intentaba siempre el no-hacer, el intervenir lo menos posible. Hacía constantes referencias al no-hacer, al Wu Wuei del Taoísmo, a la simplicidad perfecta del Zen y a la idea de que tendemos a pensar y analizar demasiado y  no se llega así a la verdadera comprensión de las cosas.

    Dice: "En esta finca practicamos la agricultura del no-hacer y comemos cereales, hortalizas y frutas deliciosas y completas. Hay sentido y satisfacción en vivir cerca de la fuente de las cosas . La vida es música y poesía."
 
Un insecto afanoso en la flor del cardo

                  Qué distinta es la percepción de la rosa que tiene un pintor o en poeta  o un niño, de la que tiene un botánico que conoce su nombre y el número de sus pétalos y la variedad a que pertenece. Nuevamente, lo esencial  sólo se conoce con el corazón.


      En otro punto escribe:  "El fin último de la agricultura natural no es el cultivo de las plantas sino el cultivo de la perfección de los seres humanos". Un pequeño huerto es suficiente para alimentarnos, no es importante la cantidad, la productividad, sino nuestra actitud, nuestra evolución mientras cultivamos, mientras nos cultivamos. Así que la tierra que se cultiva y la persona que la cultiva son  una sola cosa. El arroz no piensa como debe crecer sino que lo hace, la persona no piensa como debe cultivar sino que cultiva.

De la parte técnica de su forma de cultivar  me quedo con:

---  la cobertura de los campos con  paja . Puesto que cultivaba cereales (  cebada y arroz  fundamentalmente ) el material de que disponía era la paja que depositaba después de la cosecha,  y a través de la que  crecía la siguiente cosecha.

--- No podaba los frutales, pues ¿ qué otra misión tiene un mandarino sino  crecer armoniosamente y producir mandarinas? Aunque explica que los que ya están podados  han perdido su patrón de crecimiento natural y al no podarlos se desarrollan alocádamente.

--- No usaba maquinaria de ningún tipo.En cierta ocasión  fabricó una máquina sencilla y eficaz  para sembrar el  arroz y la presentó al departamento de agricultura de su país. La respuesta fue: Su máquina es muy barata y fácil de producir y si la fabricáramos los agricultores dejarán de comprar los costosos tractores y las fábricas cerrarán y muchas personas se quedarán sin empleo. Así, la sembradora quedó en el olvido.

--- En realidad su forma de cultivar es la esencia de la Permacultura, aunque  pienso que Fukuoka aporta una visión  más profunda, más natural, más amplia... Más poética.


Hay vidas humanas 
que dejan una huella perdurable .
Que tocan los corazones 
de muchas otras personas 
que vinieron detrás.

 Gracias Fukuoka.


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